domingo, 16 de julio de 2017

Carroza va, tiara viene





Hoy en ABC,  Antonio Burgos mece el incensario con tanto brío hacia la Casa de Borbón que temo deje a alguno tuerto. Es tan grande su meneo y tan espeso el humo que parece un chamán aireando el frágil penacho de Moctezuma. Parece como si las barbas de las plumas de ese penacho se desprendieran de su cañón. Cuenta que  España es tan Reino como el Unido de la Gran Bretaña; que la Casa de Borbón no tiene nada que envidiarle a la de Windsor; y que en la liga de campeones de la Historia, les ganamos a los ingleses por goleada”. Y así, “carroza va y tiara de Victoria Eugenia viene”, Burgos me recuerda a José María Pemán cuando sacralizaba con soflamas la figura del dictador Franco y su “guerra santa”. "El humo del incienso -escribía Pemán-y el humo del cañón, que sube hasta las plantas de Dios, son una misma voluntad vertical de afirmar una fe y sobre ella salvar un mundo y restaurar una civilización”.A mi entender, cada ciudadano, también Burgos, puede decir o escribir lo que le venga en gana. Le ampara el artículo 20 de la Constitución. Pero a mí me importa un pito si la Casa de Borbón tiene o no tiene nada que envidiar a la de Windsor. Lo que sí me interesa como ciudadano es conocer si la visita del jefe del Estado a Reino Unido va a servir para algo útil a los intereses de España. Todo lo demás sólo es perifollo y postureo prescindibles.

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