jueves, 6 de julio de 2017

Cebada con piedras





Los españoles deberíamos hincar una alcayata en la entrada de nuestras casas para colocar un retrato de Mariano Rajoy, de la misma manera que hasta hace poco se ponía en muchas puertas de entrada por la parte de afuera una hojalata policromada con la imagen del Sagrado Corazón debajo de las mirillas. ¿Qué habrá sido de aquellas hojalatas? Ya nos las tiene puestas casi nadie. No es que los ciudadanos estén perdiendo la fe en lo divino. Lo que sucede es que no las venden en Ikea. Ahora leo que están intentando llegar a un acuerdo Mariano Rajoy y Alberto Rivera para que no se les retenga el IRPF a los mileuristas, que es lo que son casi todos los españoles que cobran por nómina y una cantidad inferior de jubilados. Dicho así da la sensación de que se dispondrá de algo más de dinero en el bolsillo por tener menos retenciones. Pero la inicial alegría entra en un pozo profundo cuando puede leerse debajo de los rimbombantes titulares que esa medida sólo beneficiará a aquellos trabajadores que ganen menos de 14.000 euros al año y a cambio de una contrapartida: el apoyo de Ciudadanos al techo de gasto. Hasta ahora tal exención era para aquellos que cobraban menos de 12.000 euros. Siempre hay que especificar bien las cosas. Los acuerdos entre el PP y Ciudadanos casi siempre navegan en una pobre barquilla por el triángulo de las Bermudas. Hasta cuando hablamos de triángulos es preciso tocar madera y tener cuidado con los conceptos. De eso sabía mucho el filósofo desaparecido Gustavo Bueno en contraposición a Moritz Schlick. Entendía Bueno que “triángulo es un concepto geométrico; pero no se agota en la Geometría, y no es cierto que ‘todo lo que pueda decirse sobre los triángulos corresponde a la Geometría’. Además de los triángulos geométricos hay triángulos algebraicos (un caso particular de los simplejos), hay triángulos teológicos (trinidades de dioses o de personas divinas) y hay triángulos sociológicos, como el que formaron Don Quijote, Dulcinea y Sancho”. Estoy pensando que mejor que poner en la escarpia el retrato de Rajoy haríamos bien en colocar una escuadra, por hacer más rigurosos los diferentes campos de la realidad.

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