domingo, 7 de enero de 2018

Preocupante ludopatía





Leo en la prensa aragonesa que los bares pretenden entrar en el negocio de las apuestas  virtuales mediante la instalación de terminales. Lo que nos faltaba, que además de fomentar el alcoholismo con tantas terrazas instalada en las aceras de las calles a la vista de los niños, como ahora permiten los ayuntamientos, también se fomentase la ludopatía más perniciosa en beneficio del Gobierno de Aragón que preside Lambán, que siempre gana con los impuestos indirectos que generan los ludópatas. El negocio de las apuestas ha crecido en España de forma exponencial, más aún desde que estamos empobrecidos con trabajos precarios y una crisis económica que no termina de sacarnos, pese al triunfalismo del Gobierno que preside Rajoy, del oscuro pozo en el que se encuentra. En Aragón, pese al escaso índice de población, existen  casi 120 salones de juego. Por otro lado, los bares que así lo desean, ya cuentan con la autorización de instalación de las correspondientes máquinas tragaperras. De autorizarse el juego virtual en sus instalaciones se podría producir una  irregularidad, al no poderse ejercer el control de “prohibidos” en la manera que se aplica en bingos, casinos y demás salones de juego, con lo que un individuo que no puede jugar por el hecho de encontrarse anotado en el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego, sí podría apostar en los bares. Y el problema vendría cuando ese cliente registrado ganase un  premio superior a los 200 euros. Al pretender cobrarlo, su nombre aparecería en el Registro General de Interdicciones y el camarero estaría obligado por ley a no abonarle el premio conseguido. Y entonces llegarían los verdaderos problemas para el establecimiento de bebidas, en el supuesto de que el cliente registrado, que además de apostar  toma alcohol, se pusiera agresivo. El bar en cuestión podría convertirse en un saloon del oeste americano.

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