miércoles, 7 de febrero de 2018

Astrolabio





A mi entender, Bieito Rubido, al que considero ser un formidable periodista, se equivoca en “El astrolabio” de hoy dentro de las páginas del diario ABC. En su artículo, casi siempre sesudo y sereno, al hacer referencia a la Memoria Histórica, cita a Churchill: “Si el presente trata de juzgar el pasado, perderá el futuro”. La ley de la Memoria Histórica creada en tiempos de Rodríguez Zapatero no pretende en modo alguno, a mi entender, abrir nuevas heridas todavía sin cicatrizar sino hacer un acto de justicia, es decir, sacar a los fusilados por el franquismo de fosas y cunetas y descansar en una digna sepultura donde sus allegados puedan acudir a llevarles flores. Es un elemental acto de justicia pendiente y que ya no admite más demoras. Me molesta, sin embargo, que Rubido aproveche por aquello de “ir por atún y a ver al duque” para señalar con negro sobre blanco que espera que Margarita Robles no vuelva nunca más  a ejercer de juez. ¿Podría saberse la razón? Margarita Robles, y así me consta, con 25 años ingresó en la carrera judicial (con el número uno de su promoción), convirtiéndose en la cuarta mujer juez de España y un año más tarde ejercía en Balaguer ( Lérida); fue la primera mujer en presidir una sala de lo Contencioso-administrativo; la primera mujer en presidir la Audiencia de Barcelona; la tercera mujer en llegar al Tribunal Supremo; vocal del Consejo General del Poder Judicial; y secretaria de Estado de Interior y Justicia con Felipe González. ¿O acaso es que a Rubido no le gusta que Margarita Robles sea miembro de Jueces para la Democracia? Porque, de ser así, yo le podría decir a Rubido que a mí tampoco me gusta el sabor del congrio, pero ello no quiere decir que su sabor sea desagradable al paladar de muchos comensales a los que sí les gusta. El astrolabio es un instrumento de navegación que sirve para orientarse y que permite determinar la altura de un astro. Comprendo que el director de un periódico conservador, católico y monárquico plasme en su medio aquello que a sus lectores les gusta leer. Como se señala en el Libro I de los Macabeos, “el latín es sagrado, el trigo (armas, dinero, naves) también es sagrado”. Aquí no se trata de que el pasado sea juzgado por el presente ni nadie tiene intención, salvo los políticos corruptos que se han llevado el dinero a serones, de que se pierda un futuro que está por llegar. No se puede derramar un cántaro de leche cuando la vaca aún no ha sido ordeñada. En efecto, España tiene problemas de paro, pensiones, demografía, territoriales, educativos, de justicia y una larga panoplia que amarga cada día al ciudadano normal. En eso estoy de acuerdo con Bieito Rubido. Pero ello no quiere decir que debamos parecernos a la deprimida Camboya, ascender al reino de los dioses en Angkor Wat y bajar a los infiernos en la prisión de Tuol Sleng. Simplemente, que se haga justicia histórica.

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